sábado, mayo 05, 2012

NO TOCARLOS

Transcribo la columna de Paco Sanchez en la Voz de Galicia, hoy. ¡Qué importante es no perder esta sensibilidad!
Leí la historia de las dos niñas de Ribeira que tienen que recorrer a pie cuatro kilómetros para ir a la escuela porque la Xunta ha suprimido el servicio de taxi que las llevaba, y recordé que mis madre y sus hermanos caminaban otros tantos kilómetros, a través de corredoiras, hasta una escuela con un solo maestro y que, cuando el Mandeo venía crecido, no podían cruzar de ida o… de vuelta. Llevo mal que la gente del campo no disponga de los mismos servicios básicos que la de las ciudades. También leí sobre el cierre de dos centros de día para mayores en Madrid. “Ah, eso no, a estos que ni me los toquen”, pensé.
No puede haber recortes para los mayores. Sería una vergüenza y un error táctico descomunal, porque están actuando como una red familiar de seguridad que amortigua los golpes de quienes van cayendo en el paro. Son muchos los que con su pensión, pequeña pero segura, y los ahorros de una vida, atienden pagos de hijos y nietos.
Ahora que confundimos cualquier servicio con un derecho –incluso si no podemos pagarlo ni individual ni colectivamente–, los mayores sí tienen derecho a una jubilación plácida. La culpa no es de ellos, sino nuestra, por no saber administrar los frutos de sus colas de posguerra, del pluriempleo o la emigración en los años del desarrollo, de sus esfuerzos silenciosos, también para ir a malas escuelas por caminos enlodazados. Lo han pagado y, si no tenían el derecho, lo han comprado con billetes grandes y me duele que se los devuelvan ahora en calderilla. A estos, ni tocarlos.

7 comentarios:

Tricente Ramos dijo...

En relación a nuestro trato a los mayores me gustaría decirte, Alberto, que yo estoy gozando un montón cuidando a mi madre. Mi padre, al que tal vez conociste, falleció hace ya diez años, pero mi madre va a cumplir en Noviembre 95. Está en una residencia, bien atendida, pero además mi hermano José Ramón va cada mañana y yo cada tarde. Le pongo ropa limpia, le cambio el pañal, la peino, en fin de todo. Y es como un bebé. Más desarrolladita y con capacidad todavía de entablar conversaciones y de decirme cada día te quiero. Casi nada eh? Menudo valor tiene el cuidar de nuestros mayores.
Un abrazo.

Alberto Portoles dijo...

Vicente, ¡qué alegría me das con tu comentario! Comprendo perfectamente tu gozo y tu ilusión en atender a tu madre, junto con José Ramón. Tengo una tía, la única que me queda y también está en una residencia, tiene 96 años, y para mi, aunque estoy acostumbrado a tratar con muchos ancianos y enfermos, verla es siempre un gozo, que me deja un regusto de alegría enorme en el corazón.
Es impresionante.
Un abrazo

Paco Acosta dijo...

Alberto, me encuentro hoy por primera vez con tu blog. Y me alegro que hayas permitido el que lo "veamos" desde el de la promoción. Coincido plenamente contigo y con Vicente, en que a los mayores, a nuestros mayores, hay que cuidarlos, o como dices tú "ni tocarlos" por parte de los llamados "poderes públicos". No se trata de hacer grandes inversiones (generalmente asociadas a un proteccionismo electoralista), sino de apoyarlos para que en la medida de lo posible, y dentro de sus limitaciones puedan desarrollar una vida satisfactoria, la que ellos deseen. La sociedad debe facilitar medios para que siempre que sea posible, sigan viviendo en sus casas o en su entorno "de siempre", promover y volver a esa cultura "cristiana" en la que los ancianos sin descendientes, o sin parientes cercanos, eran "adoptados" por el vecindario... No se trata de hacer grandes inversiones en macro-residencias, que más bien parecen aparcamientos de viejos, sino de favorecer una cultura de atención de la sociedad a los que un día se desvivieron por sacar adelante nuestra sociedad. Y esta cultura ¿no es la de las obras de misericordia?

Alberto Portoles dijo...

Paco, Bienvenido al comentario. Es una gran verdad lo que dices de volver a esa "cultura cristiana", esa alta cultura, en la que el hombre y la vida humana es un valor que hay que cuidar, que hay que mimar. Bis a bis, te diría más,

Paco Acosta dijo...

Pues ¡a ver si nos vemos pronto!. Lamentablemente no voy a estar en Valencia, pero ¡seguro que tendremos más ocasiones!

Alberto Portoles dijo...

Oye,tenemos que conseguir vernos, que no estamos tan lejos. Ya siento no poder estar contigo en Valencia.
Un fuerte abrazo

Tricente Ramos dijo...

Ahora que me doy cuenta...
Has sido portada de la revista Forbes y esa foto ilustra tu perfil...
Si es que al que tiene "pasta" pá exportar le ocurren esas cosas. App Pho.to Lab