martes, septiembre 04, 2012

PROHIBIDAS LAS CONVICCIONES


Lo he sacado de Análisis digital y creo que merece la pena. Es claro y no ataca a nadie, solo expone:


Jaime Rodríguez-Arana.Catedrático de Derecho Administrativo. Vivimos en un tiempo en el que ciertamente no está de moda expresar las convicciones que uno pueda tener, especialmente si con tales afirmaciones se ponen en cuestión algunas de las más acrisoladas afirmaciones de la nueva ortodoxia cívica. Es más, en nombre de la dictadura de lo políticamente correcto, si uno se atreve a opinar en contra de lo que la tecnoestructura ha definido como conveniente, adecuado o eficaz,  corre serios   peligros de ser etiquetado como peligro social, y en muchas ocasiones puede ser  expulsado del sistema. Incluso algunos paladines de esta nueva forma de pensamiento único se han atrevido a proponer la exclusión de  la vida política a quienes se salgan del carril de lo conveniente, de lo adecuado.
En términos generales, la desproporción reinante entre lo que se proclama, lo que se afirma y la realidad de las cosas, tal y como son, manifiesta una cierta esquizofrenia que, en mi opinión, no es más que la constatación del miedo a la verdad, del miedo a la razón y, sobre todo, del miedo a la libertad.
Por ejemplo, si uno afirma el derecho a la vida como derecho incondicional, siguiendo la tesis del profesor alemán Kriele, será tachado de intolerante. Si se le ocurre decir que el matrimonio es una institución configurada a lo largo de la historia con una determinada caracterización bien conocida por todos, será calificado de discriminador. Hasta si uno osa afirmar que la estabilidad del matrimonio es una condición para el  equilibrio y  la armonía social, enseguida habrá quien le diga que es un reaccionario. Y, en el colmo del disparate, quien entienda que los hijos son un bien social y, por tanto, una cuestión de interés general, puede encontrarse de inmediato convertido en un fascista o autoritario.

En mi opinión, lo que pasa es que hemos canonizado  la tolerancia, convirtiéndola no en medio sino en fin, y cuando esto ocurre, resulta que el respeto a otras opiniones o convicciones se convierte, como ha señalado Spaeman, un destacado filósofo germano, en no tener convicciones que hagan posible considerar equivocadas las opuestas. Y, por lo tanto, prohibidas las convicciones; pero sólo para algunos, porque está regla es una convicción también que, además de contravenir la argumentación, coloca a quienes la formulan en una posición de supremacía injustificable en una democracia.

Spaeman ha señalado recientemente que esta perspectiva de la tolerancia, que arrasa la dignidad del ser humano en cuanto que portador de derechos y libertades, trae consigo un dogmatismo intolerante del relativismo como cosmovisión predominante que convierte a la persona en sujeto disponible para cualquier tipo de imposición colectiva. Las convicciones no son posibles, salvo la única tolerable: que no puede haber convicciones. Y no puede haber convicciones o verdades, digámoslo claro, porque entonces se desvanecería el colosal imperio montado sobre la tolerancia del que no pocos viven opíparamente.

Así las cosas, es menester levantar la voz para que se facilite  el derecho a tener y expresar pacíficamente convicciones que, obviamente, estarán o no de acuerdo con una determinada manera de entender la vida,  pero que si  no atentan precisamente contra la dignidad del ser humana, son legítimas. Aunque gusten a muchos o a pocos, eso es lo de menos. Lo decisivo es que la libertad de pensamiento se pueda expresar, valga la redundancia, con libertad.  En el fondo, parece que preferimos los valores a los derechos fundamentales de la persona. Unos derechos fundamentales que como expresión y derivación de la dignidad del ser humano, no pueden lesionarse en su contenido esencial, que es el que los hace recognoscibles como tales. En cambio, los valores son conceptos más propicios a la subjetivación y, sobre todo, a una tarea de ponderación y contraste. Los valores pueden seleccionarse, pueden ser objeto de mercadeo, de transacción. Algo que es impensable con el derecho a la vida y con la libertad o la igualdad. Por eso hay tanto miedo a la fuerza y a la potencia de la dignidad del ser humano ínsita en el corazón y en el alma de los derechos fundamentales de las personas. Los valores se ponderan, se elige entre ellos. En cambio los derechos fundamentales de la persona son incondicionales.

Si los derechos fundamentales se concibieran de esta manera no perderían, como hasta ahora, los débiles: los que ni siquiera tiene todavía voz, los que están a punto de dejar de ser o los que son de manera limitada. Tampoco sufrirían tantos castigos y flagelos los más desamparados y los más desfavorecidos. Incluso la democracia actual dejaría de ser ese sistema dominado por una minoría que busca denodadamente, a través de las más arteras técnicas de manipulación, hacer creer al pueblo que gobierna para el interés general. Un interés general, por cierto, nunca tan susceptible de privatización como en este tiempo de lacerante crisis para las mayorías y de éxito sin precedentes para esas minorías que imponen la tolerancia de la que obtienen tan pingües beneficios. Un interés general que se despacha habitualmente sin apelación ala razón porque se piensa que su presupuesto es la fuerza de los votos.

Sí, vivimos en una democracia, pero en una democracia que debe fomentar más la libertad de las personas, que debe facilitar más la participación libre. Estamos en una democracia que debe colocar, sin prejuicios, a la persona en el centro y pensar en cómo educar mejor a los niños y  propiciar  un espacio público más abierto, más libre, más plural, en el que quepan todas las opciones legítimas, que son muchas y muy variadas.

Si no cambiamos el rumbo de las cosas, seguiremos instalados en ese rancio relativismo del prohibido prohibir, en ese ambiente camaleónico que prima el todo vale, y en ese sutil vaciamiento de los más elementales aspectos que configuran la centralidad de la condición humana. Mientras sigamos anclados en este ambiente, la minoría rectora que impone esa peculiar tolerancia y ese singular pluralismo seguirá dictando lo conveniente y eficaz, no lo olvidemos, para sus intereses, tantas veces expresados en formas de dígitos de muchas unidades, decenas, centenas, millares….

miércoles, julio 11, 2012

El bosón de Higgs no es “la partícula de Dios”


 El bosón de Higgs explica que otras partículas tengan masa y, por tanto, que en el universo se hayan formado cuerpos, pero eso no es “crear” Pocas veces los medios de comunicación se vuelcan de forma intensa y masiva en el análisis y difusión de una noticia relacionada con un descubrimiento hecho en el campo de la física cuántica. Sin embargo, la cosa cambió el miércoles 4 de julio, cuando los portavoces de los experimentos CMS y ATLAS (llevados a cabo en el Gran Colisionador de Hadrones o LHC del CERN en Ginebra) anunciaron en Melbourne (Australia), durante la inauguración de la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías, que probablemente habían descubierto el bosón de Higgs.

Desde que en los siglos VI y V a.C. los filósofos presocráticos se preguntaran por el origen del universo y por la composición de la materia, la mente humana no ha dejado de intentar responder racionalmente a estas cuestiones. El primer tercio del siglo XX vio nacer un nuevo paradigma cosmológico, la teoría del Big Bang, que, gracias a sus múltiples revisiones, continúa siendo el modelo explicativo que responde a la primera de las dos cuestiones. Quedaba la segunda.

Para estudiar la estructura de la materia se construyeron los grandes aceleradores de partículas. La proliferación de éstas en cada colisión desbordó las previsiones de los científicos. Para poner orden en este maremágnum, a principios de los setenta se propuso el modelo estándar, con el que se pretendía explicar cuáles eran los componentes de la materia y las fuerzas con las que interactúan (electromagnética, nuclear fuerte, nuclear débil y gravitatoria). Todas las partículas propuestas por el modelo fueron descubiertas a lo largo de las siguientes décadas; la última de ellas ha sido el renuente bosón de Higgs.

Quizá el bosón de Higgs ayude a aclarar grandes incógnitas aún pendientes, como la matera oscura, que es casi la cuarta parte del universo

Esta partícula, postulada por Peter Higgs en 1964, es de capital importancia, puesto que es, según el modelo, la que confiere masa a las otras partículas en el seno del campo de Higgs (un océano de energía cuántica que ocuparía todo el universo), posibilitando con ello la existencia de cuerpos. De ahí que en 1993 el premio Nobel Leon Lederman la llamara “la partícula de Dios” en un libro titulado justamente así (The God Particle). Pero no hay que tomar la metáfora al pie de la letra: la partícula que es condición para que haya un universo con cuerpos, en vez de un puro plasma de radiación, no “crea de la nada”.

Los bosones de Higgs confieren masa a una partícula en función de la capacidad de interacción de la partícula con el campo de Higgs. Un fotón no interactúa con el campo de Higgs, por lo que carece de masa. Un electrón sí interactúa, por lo que adquiere masa; también el quark top, y con una intensidad 350.000 veces mayor, por lo que tiene una masa 350.000 veces mayor que el electrón. Así, la masa de una partícula sería en realidad la intensidad con la que actúa con el campo de Higgs.

En palabras de Brian Greene, doctor en física por la Universidad de Oxford y profesor de física y matemáticas en la de Columbia, quedaría pendiente de resolver una cuestión: “No hay ninguna explicación fundamental para la manera exacta en que cada una de las partículas conocidas interacciona con el campo de Higgs. En consecuencia, no hay ninguna explicación fundamental de por qué las partículas conocidas tienen las masas concretas que se han mostrado experimentalmente” (B. Greene, El tejido del cosmos; Crítica, Madrid, 2006, p. 338).

Aunque este hallazgo respalda el modelo estándar, todavía queda mucho camino por recorrer. Por ejemplo, está pendiente el hallazgo del gravitón (la partícula encargada de transportar la gravedad y sobre la que cunde el escepticismo) o la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales, algo no conseguido hasta la fecha por teoría alguna. De todos modos, el descubrimiento del bosón de Higgs supone un avance científico de tal magnitud que sus consecuencias son todavía difíciles de prever. Nos ha de llevar a nuevos horizontes en el ámbito del conocimiento de la realidad física, en donde la materia explicada por el modelo estándar es solo un 4% de todo lo que hay en el universo. Otro 23% lo representa la materia oscura (tal vez, el hallazgo del bosón de Higgs nos ponga en el camino de su conocimiento) y el 73% restante la energía oscura, esa misteriosa fuerza que hace que el Universo se esté expandiendo de forma acelerada.

sábado, julio 07, 2012

SIEMPRE LO MISMO

Este país nuestro se empeña en negar sus raíces cristianas, ¿qué nos sostendría si no fuera por ellas?. Paco Sanchez, certero como siempre:

Desde las laderas de San Pedro de Sintra se ve todo el valle hasta Lisboa, y anoche, en el Tajo, se había instalado una luna enorme, baja y anaranjada, sobre la que discurrían nubes negras que iban transformando su aspecto, hasta que llegó una, que cubrió el casquete, acompañada por otra más pequeña y baja. De pronto la luna parecía tener peluquín y bigote. Me reí. Ha sido una semana de mucho reír.
Los periódicos aquí dicen las mismas cosas que en España: la misma caída de ventas de coches, las mismas discusiones sobre recortes, todo igual. Salvo que hace un par de días se descubrió que el ministro Relvas había hecho la carrera completa en un año y desde su despacho. Impresionante. Y salvo las noticias sobre el Códice Calixtino y el bosón de Higgs, que vienen en los periódicos limpias de comentarios como los que han proliferado en España.
Nadie destaca aquí -quizá, porque se demostró falso- que el ladrón del Códice fuera hombre de misa y comunión diarias, mientras que en nuestro país ha dado pie a comentarios de un sectarismo delirante. Como el bosón, que nadie contrapone aquí a ninguna verdad cristiana, mientras que en los medios españoles ha propiciado una cháchara absurda en la que algunos, en nombre de la razón, reivindican un origen irracional de la humanidad: no hay, dicen, ninguna inteligencia, ningún orden racional en los comienzos del mundo, y gracias a nuestra inteligencia y a nuestra razón -salidas no se sabe de dónde- lo estamos descubriendo. La contradictoria cháchara hispana, que demuestra una ignorancia angustiante y un rencor aburrido que deberíamos mirarnos.

miércoles, junio 27, 2012

sábado, junio 23, 2012

TOLERANTES VOLTERIANOS


Voltaire dedica todo el capítulo 8º de su Tratado sobre la tolerancia a alabar el espíritu tolerante del pueblo romano. Cuando llega la hora de hablar de la crueldad de las persecuciones contra los cristianos, lo justifica (aparte de señalar que el número de los mártires no fue tan elevado como suponen los católicos, un curioso argumento) diciendo que fueron los cristianos quienes violentaron el culto tradicional, y que por tanto son ellos los verdaderamente intolerantes. Y que como intolerantes que eran, fueron justamente reprimidos de modo intolerante.
En otro momento, refiriéndose a Japón, justifica la atroz persecución contra los jesuitas en ese país, diciendo que los japoneses practicaban en su imperio doce religiones pacíficamente, y llegaron los jesuitas queriendo introducir la decimotercera. Y hablando sobre una situación similar en China, dice que "es verdad que el gran emperador Tont-Ching, el más sabio y magnánimo, quizá, que haya habido en China, ha expulsado a los jesuitas, pero no porque fuese intolerante, al contrario: porque los jesuitas lo eran".
Una y otra vez sale a relucir una intolerancia visceral hacia todo lo católico. A la hora de justificar la intolerancia, suele presentar precisamente casos en que es ejercida contra los católicos. Y cuando se trata de poner ejemplos de atropellos y de actitudes intolerantes ridículas, suelen aparecer siempre católicos como culpables de ellas.
Cuando habla sobre la discriminación de los católicos ingleses, comenta: "Yo no digo que los que no profesan la Religión del Príncipe (o sea, los que no son anglicanos) deban compartir los puestos y los honores con quienes profesan la religión dominante (los anglicanos). En Inglaterra, los católicos (...) no tienen acceso a los empleos públicos, y pagan el doble de impuestos, pero por lo demás gozan de todos los derechos de los ciudadanos". Es un consuelo –habría que decirle– que solo les hagan pagar el doble de impuestos, y que al menos les permitan vivir, aunque sin muchas facilidades para el empleo.
Como se ve con solo estos pocos ejemplos, la idea de que "hay que ser intolerante con el intolerante" es para Voltaire una patente de corso que le permite justificar actitudes intolerantes que difícilmente aprobaría un observador sensato.
Un eficaz artificio con el que el intolerante suele disfrazarse de hombre tolerante: él mismo juzga quién es el intolerante y qué castigo merece recibir en nombre de "su" concepto de tolerancia.
En los siglos anteriores, la intolerancia había sido cierta y lamentablemente frecuente en la historia, pero hasta entonces nadie se había atrevido a ejercer esa intolerancia en nombre de la mismísima tolerancia.
Este artículo de A. Aguiló no será si será aceptado por los tolerantes de boquilla.

miércoles, junio 20, 2012

LOS CLÁSICOS SIGUEN ENSEÑANDO

Me han enviado esta cita de Cicerón. No puedo dar la fuente porque no la se. Sin embargo es muy ciceroniana.

"El presupuesto tendrá que estar equilibrado, el tesoro tendrá que volver a llenarse, la deuda pública se tendrá que reducir, la arrogancia de la burocracia tendrá que ser atemperada y controlada y la ayuda a las tierras extranjeras tendrá que eliminarse para que Roma no entre en la bancarrota. 
El pueblo debe otra vez aprender a trabajar en vez de vivir de la asistencia pública"

viernes, junio 08, 2012

EXIGENCIA Y FALTA DE COMPRENSIÓN


WhatsApp dispone de un sistema que permite al usuario saber si su mensaje ha sido entregado o no en destino: al lado izquierdo de los mensajes enviados aparece un pequeño reloj cuando el texto no ha sido aún entregado, una marca verde si ha llegado a los servidores de la compañía proveedora del servicio y espera para ser enviado al dispositivo de la persona a quien se lo queremos hacer llegar, y una doble marca también verde si ya ha sido entregado.
Esta última señal no significa que el mensaje haya sido leído, si no simplemente que ha sido entregado al usuario de destino. Este puede encontrarse enfrascado en otros quehaceres y sin dar atención a su teléfono (por lo que no verá el mensaje entrante), con el terminal en silencio o, simplemente, lo ha leído pero no quiere o no puede responder inmediatamente.

Este significado, que debería parecer claro para la mayoría, no lo era tanto para un numeroso grupo de usuarios que consideraban que, si al lado del mensaje enviado salía la doble marca, la respuesta no podía tardar mucho en llegar y, con tal premisa, se permitían exigir a sus destinatarios una respuesta rápida.
Tal ha sido el grado de confusión que, finalmente, este ha llevado a la compañía a "twetear" en su cuenta oficial de microblogging una explicación breve (esto último, obligado por la propia naturaleza del medio) de lo que debe entenderse cuando nos sale el símbolo de la doble marca al lado de un mensaje, y que ello no implica que haya sido leído. Como corolario, es lógico que si no tenemos la seguridad que haya sido leído, tampoco podemos exigir respuesta.
Personalmente, veo en el hecho de que WhatsApp se haya tenido que explicar, una muestra clara de hacia donde va nuestra sociedad en términos de exigencia a los demás y de falta de comprensión. Hay que ganar en paciencia, en calma, en pensar en los demás, en no tener la soberbia de querer que nos contesten inmediatamente y que nos atiendan dejando todo lo que estén haciendo. Estamos en una sociedad de niños y de viejos, que son siempre impacientes y quieren que lo suyo sea inmediato.

lunes, junio 04, 2012

RE-UNIÓN FAMILIAR

Este fin de semana he tenido la primera de las fiestas familiares de este mes. Ha sido un cumpleaños y luego le sucederá un bautizo y una primera comunión.
Estas fiestas son momentos muy especiales: las generaciones se juntas, se estrechan lazos, sale lo mejor de nosotros. Nos unimos más estrechamente.
Es el momento de perdonar y de olvidar que es cuando el perdón es real.
Es el momento de comprender a cada uno con sus cosas.
Es el momento también de no dejarnos llevar por lo nuestro.
Es el momento de colaborar todos haciendo cada uno lo que sabe que les gusta a los demás y no haciendo o diciendo lo que se prevé que no caerá bien o puede herir.
Es el momento de agradecer a Dios la institución familiar.

domingo, mayo 27, 2012

MALOTE

Entre los jóvenes hay un término que es malote/a. Se refiere a aquellos que sin ser malos quieren serlo y se empeñan en decirlo y en hacer gestos que corroboren sus deseos. A la hora de la verdad son buenos. Ahora me he encontrado con gente mayor a los que se les podría también aplicar el mismo adjetivo. ¿A qué se debe esta actitud? ¿Por qué esa falta de verdad en la propia vida? Seguro que hay muchas razones, pero yo me he encontrado con una, la de aquellos que habiéndolo pasado mal en un momento de su vida, se empeñan en no digerirlo, en mantener artificialmente ese mal sabor de boca, en adoptar una pose que el paso de los años ha demostrado que es falsa. En el fondo adoptar una máscara.

sábado, mayo 19, 2012

LA IMPORTANCIA DE LEER


Una semana más Paco Sanchez nos ofrece una interesante reflexión.


Para leer se necesita silencio y un lápiz. Si damos por supuesto el libro, lo difícil es conseguir silencios, tiempos de soledad. La coartada para no leer siempre ha sido la misma falta de tiempo reiteradamente aducida por personas de cualquier edad, y muy especialmente de la más temprana, cuando les conmino a que lean un metro de libros al año. Para que nadie se confunda y sume los centímetros de los cómics en vertical, añado que me refiero a un metro de libros tumbados. Les parece una barbaridad y hoy les comprendo un poco mejor.
Suelo reírme cuando argumentan así, pero no les explico lo que me hace gracia: no solo la excusa tan manida, sino el que pienso que disponen de más tiempo que yo. Les doy una receta: basta con llevar siempre un libro encima. Si uno carga con el libro, aparecen esos ratos para leer, a veces muy breves. Un consejo que proviene de la experiencia, de modo que redondeo la frase mostrando el libro que me acompaña en ese momento. Pero lo cierto es que el sistema ya no me funciona.
Compruebo que esos encuentros dulces de silencio y conversación, lápiz en mano, con un texto repleto de sugerencias y descubrimientos van raleando, así que he decidido recontarlos a diario, ante el peligro inminente de emburrecimiento y manipulación, que son los dos efectos secundarios inmediatos de la anemia de letras: el cerebro se queda sin vitaminas, girando sobre sí mismo como un motor loco, y a merced de cualquier opinión vagamente expresada por un compañero de oficina, un entrenador de fútbol o un concejal de urbanismo.

domingo, mayo 13, 2012

BELLEZA

Comentaba un buen amigo la pérdida de tiempo que supuso para él en sus estudios de bachillerato -estudio en otros tiempos, diría más ricos- la asignatura de latín. No es fácil sacarle de su error. Y lo más sorprendente es que es un buen melómano. Pues aquí dejo un vídeo, expresión de belleza, de tiempo inútil, de juego, pero que una vez que se ve se siente la calma del corazón. Y no me ha dejado nada,aparentemente, ha sido fugaz, pero me ha dejado mucho.
Al latín le pasó lo mismo, me ha mostrado las raíces de mi idioma, me ha enseñado a descubrir las raíces de mi forma de pensar, me ha ayudado a reestructurar de una manera lógica mi cabeza y me permite ir a las fuentes de mi fe. Me gustaría que mi amigo, abriera su mente en este sentido y que, quizás, abandonara prejuicios. Seguro que sería más feliz, sin tener rencores al latín.


sábado, mayo 12, 2012

POBREZA

Otro artículo de gran calado de Paco Sánchez:



En un artículo publicado en El País, Luis Ayala daba este jueves un dato estremecedor que andaba yo buscando hace mucho tiempo: «Entre el 2006 y el 2010, los ingresos del 5 % de la población con rentas más bajas cayeron cerca de un nueve por ciento», mientras que los del 5 % de rentas más altas crecieron en un porcentaje cercano al diez. Es decir: se estaba acentuando una desigualdad crónica que los recortes de la crisis -era la tesis de su artículo- pueden agravar hasta límites estremecedores. Ayala hace un análisis interesante, aunque prescinde de los motivos socioculturales para explicar esta brecha cada día más profunda desde, dice, los primeros años noventa, y se remite casi solo a las políticas redistributivas insuficientes.

El gran problema, me parece, reside en la progresiva deshumanización de nuestras sociedades que, con sus instituciones proveedoras de valores averiadas -familia, educación, iglesias-, han quedado sometidas a una visión meramente comercial de la persona: valemos en función de nuestro grado de imprescindibilidad económica. A los indispensables se les paga lo que haga falta y a los recambiables, lo menos posible.
Escribía Simon Leys: «Por una irónica paradoja, el proletariado está condenado al ocio forzado del desempleo crónico, mientras que los miembros de la élite educada, cuyas profesiones liberales han sido transformadas en máquinas dementes de hacer dinero, se condenan a sí mismas a la esclavitud de un trabajo abrumador que no cesa ni de día ni de noche, sin tregua, hasta que revientan en la tarea, como acémilas aplastadas por su propia carga». Deberíamos repensarlo. Y no solo en clave económica.

viernes, mayo 11, 2012

GOBERNAR

Leo en Chateaubriand: “Cuanto menos capacitado se está para gobernar, más se ama hacerlo”.
La verdad es que tenemos bastantes ejemplos para corroborar que el francés no se equivocaba lo más mínimo al hacer tamaña declaración. Una persona que no ejerce el poder, honradamente, pensando exclusivamente en los demás, no está capacitado para gobernar y es un peligro para la promoción de la persona.
Y esto no sólo ocurre en la política, hay muchas personas con poder a diversos niveles que lo único que hacen es ejercitarlo para su satisfacción personal. También ocurre en la misma familia –ahora menos- haciendo la vida muy difícil a todos.
El dictador que así se llama, hace todo, nada se mueve sin su beneplácito, siempre es el que determina la bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto.
Pero hay algunos que se mantienen en ese poder porque sus superiores son igual de dictadores

domingo, mayo 06, 2012

LAS VELAS

Tengo varios amigos que son muy amigos de las velas. Uno de ellos tiene velas repartidas por toda la casa y las va encendiendo según va por esos lugares. Con las mismas las va apagando. Así contado parece que es un tío raro o un friky, pero estás con él y es una delicia: educado, culto, cariñoso y sonriente y además sabe escuchar con atención. 
Pienso que a veces las peculiaridades de las personas, si no coinciden con las nuestras, las calificamos de rarezas y no es así, son formas de ser que los hace distintos, que nos enriquecen.
¿De qué depende el que no seamos objetivos con ellos? Creo que se debe a que nos miramos a nosotros mismos y desde nosotros miramos a los demás y ese es el error.
Cada persona es un valor único. Hay que mirarla a ella sola

sábado, mayo 05, 2012

NO TOCARLOS

Transcribo la columna de Paco Sanchez en la Voz de Galicia, hoy. ¡Qué importante es no perder esta sensibilidad!
Leí la historia de las dos niñas de Ribeira que tienen que recorrer a pie cuatro kilómetros para ir a la escuela porque la Xunta ha suprimido el servicio de taxi que las llevaba, y recordé que mis madre y sus hermanos caminaban otros tantos kilómetros, a través de corredoiras, hasta una escuela con un solo maestro y que, cuando el Mandeo venía crecido, no podían cruzar de ida o… de vuelta. Llevo mal que la gente del campo no disponga de los mismos servicios básicos que la de las ciudades. También leí sobre el cierre de dos centros de día para mayores en Madrid. “Ah, eso no, a estos que ni me los toquen”, pensé.
No puede haber recortes para los mayores. Sería una vergüenza y un error táctico descomunal, porque están actuando como una red familiar de seguridad que amortigua los golpes de quienes van cayendo en el paro. Son muchos los que con su pensión, pequeña pero segura, y los ahorros de una vida, atienden pagos de hijos y nietos.
Ahora que confundimos cualquier servicio con un derecho –incluso si no podemos pagarlo ni individual ni colectivamente–, los mayores sí tienen derecho a una jubilación plácida. La culpa no es de ellos, sino nuestra, por no saber administrar los frutos de sus colas de posguerra, del pluriempleo o la emigración en los años del desarrollo, de sus esfuerzos silenciosos, también para ir a malas escuelas por caminos enlodazados. Lo han pagado y, si no tenían el derecho, lo han comprado con billetes grandes y me duele que se los devuelvan ahora en calderilla. A estos, ni tocarlos.

viernes, mayo 04, 2012

AL FARO


Comprendo que es una cita muy larga, está tomada de Al faro, de Virginia Woolf, pero no he podido resistirme a transcribirla entera. Expresa la indecisión, el miedo a la responsabilidad, la tentación de dudar de lo que hacemos, la incertidumbre... Hace pensar.


El nerviosismo provocado por la presencia del señor Ramsay le había hecho equivocarse de pincel, y el caballete, clavado en el suelo con tanta agitación, no tenía la orientación adecuada. Una vez que hubo rectificado todo aquello y que, al hacerlo, dominó las cosas improcedentes e inoportunas que distraían su atención y que le hacían acordarse de quién era y de las relaciones que tenía con la gente, tomó posesión de su mano y alzó el pincel, que, por un momento, permaneció temblando en el aire, en un éxtasis doloroso pero estimulante. ¿Dónde tenía que empezar? Esa era la cuestión; ¿en qué punto daría la primera pincelada? Una línea trazada en el lienzo creaba innumerables riesgos, provocaba decisiones no por inevitables menos irrevocables. Todo lo que parecía simple en teoría, se convertía en complicado cuando se llevaba a la práctica; de la misma manera que las olas, aunque simétricamente distribuidas cuando se las ve desde lo alto del acantilado, están sin embargo separadas por profundos golfos y crestas espumeantes para el nadador que se debate entre ellas. Hay que correr el riesgo de todos modos; hay que dar la primera pincelada.
Con una curiosa sensación, sintiéndose empujada y retenida al mismo tiempo, adelantó el pincel, con rapidez y decisión, hasta apoyarlo sobre la tela. Un temblor marrón dejó sobre el lienzo blanco una señal en movimiento. Luego repitió el gesto una segunda y tercera vez. Mediante pausas y temblores alcanzó un ritmo de danza, como si las pausas fuesen una parte del ritmo y las pinceladas otra, ambas relacionadas; de ese modo, por medio de pausas y de pinceladas ligeras, rápidas, Lily cubrió el lienzo de nerviosas líneas marrones en movimiento que, apenas trazadas, encerraban un espacio (cuya importancia sentía crecer a cada momento). En el hueco de una ola veía la siguiente, alzándose cada vez más alta por encima de la primera. Porque, ¿qué podía ser más formidable que aquel espacio?  Allí estaba de nuevo, pensó, retrocediendo para mirarlo, apartada de las conversaciones intrascendentes, apartada de la vida, separada de la gente y en presencia de su antiguo y formidable enemigo personal: aquella otra cosa, aquella verdad, aquella realidad, que de repente se apoderaba de ella, que surgía desnuda por detrás de las apariencias y exigía su atención.  
Lily se sentía dispuesta y reacia a medias. ¿Por qué tenía siempre que quedarse sola y ser arrastrada? ¿Por qué no se la dejaba en paz, por qué no dedicarse a hablar con el señor Carmichael en el jardín? Se mirara como se mirase, se trataba de una relación agotadora. Otros objetos venerables se contentaban con la veneración; hombres, mujeres, Dios mismo, todos permitían que el fiel se postrara de rodillas; pero aquella realidad, aunque sólo se tratara de la forma de una pantalla blanca por encima de una mesa de mimbre, exigía un combate perpetuo, desafiaba a una confrontación de la que inevitablemente se salía derrotado. Antes de cambiar la fluidez de la vida por la concentración de la pintura, Lily pasaba siempre (no sabía si achacarlo a su manera de ser o si era consecuencia de su condición de mujer) por unos instantes de desnudez en los que parecía un alma non nata, un alma separada del cuerpo, que se debatiera en alguna cumbre ventosa, expuesta sin protección al azote de todas las dudas. ¿Por qué lo hacía entonces?
Contempló el lienzo levemente rayado por líneas en movimiento. Lo colgarían en los dormitorios de los criados. O lo enrollarían y acabaría debajo de un sofá. ¿Qué sentido tenía hacer aquello? Oyó una voz diciendo que no sabía pintar, diciendo que era incapaz de crear, como si estuviera atrapada en una de esas corrientes habituales que, al cabo de cierto tiempo, la experiencia forma en la mente, de manera que las palabras se repiten sin saber ya quién las dijo por vez primera.
No saben ni pintar ni escribir, murmuró monótonamente, meditando, inquieta, cuál debería ser su palabra de ataque. Porque los volúmenes se alzaban ante ella, sobresalían, sentía su presión en los ojos. Luego, como si ya hubiera segregado espontáneamente la sustancia necesaria para lubrificar sus facultadas, empezó, insegura, a mojar el pincel entre los azules y los ámbares, moviéndolo de aquí para allá, aunque ahora el trabajo resultaba más pesado y avanzaba más despacio, como si se acompasara con algún ritmo que Lily recibía al dictado (seguía contemplando el seto y el lienzo) de las cosas que veía, por lo que, si bien su mano se estremecía de vida, aquel ritmo era lo bastante constante fuerte para arrastrarla con él en su corriente. Y al mismo tiempo que perdía conciencia de las cosas exteriores, así como  de su nombre, su personalidad, y su aspecto, y de si el señor Carmichael estaba o no allí, su mente seguía arrojando a la superficie, desde lo más profundo, escenas, nombres, frases, recuerdos e ideas, como una fuente arroja líquido, sobre aquel resplandeciente espacio blanco, espantosamente difícil, mientras ella lo moldeaba con verdes y azules.

miércoles, mayo 02, 2012

CIENTIFICOS Y DIOS


Con motivo de un coloquio en torno a ciencia y religión, tuve ocasión de repasar algunas afirmaciones de científicos universalmente reconocidos. He aquí un breve ramillete:
Isaac Newton: “Lo que sabemos es una gota. Lo que ignoramos, un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo no ha podido salir sino del plan de un Ser omnisciente y omnipotente”.
En parecidos términos se habían expresado Copérnico y Kepler, los mejores astrónomos de siglos anteriores.
Darwin: “Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios”.
En modo semejante se manifestaba Gregor Mendel, monje agustino que definió las leyes de la herencia genética.
Edison: “Mi máximo respeto y admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos, que es Dios”.
Algo similar comentaría, muchos años después,Werner Von Braun, diseñador de los cohetes V-2 y del proyecto Saturno que condujo al hombre a la Luna.
Albert Einstein, que tampoco puede ser considerado un tonto, decía: “A todo investigador profundo de la naturaleza no puede menos que sobrecogerle una especie de sentimiento religioso, porque le es imposible concebir que haya sido él el primero en haber visto las relaciones delicadísimas que contempla”.
En definitiva, la ciencia empírica no demuestra ni niega la existencia de Dios, porque no cabe una demostración experimental en laboratorio. Pero basta abrir una ventana, mirar un paisaje y contemplar el milagro de la vida para decirnos: este reloj no lo he construido yo.A. Coll Gilabert

LOS LIBROS

Acabo de leer el siguiente proverbio indio: Un libro es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Me hace pensar en tantos cerebros dormidos, en tantos que no leen, en tantos que prefieren estar pasivamente delante de un televisor aceptando los que les echen, en tantos que se paran a dialogar y a aprender de esos amigos pacientes y variados, tan distintos.
Y no hace falta tener mucho tiempo, basta con que deseemos encontrarlo porque en ese mismo momento aparecerá.

domingo, abril 29, 2012

SOL Y SOMBRA

Hay personas que son como el sol, a los que tienen a su alrededor los engrandecen, les prestan luz. Les animan y sacan de ellos lo mejor que tienen.
Otros son como esas nubes negras que oscurecen el horizonte, achatan a los demás, los anulan, no son capaces de engrandecer a nadie. Hacen la vida muy difícil a los que los rodean.

sábado, abril 28, 2012

TERRIBLE

Me vuelvo a unir al blog pensarporlibre y directamente transfiero lo que acabo de ver y leer, después que el autor me lo indicara. Es realmente terrible todo lo que pasa con los cristianos. Y también es terrible el cinismo de facebook.

Los mártires de Nigeria


José Antonio García-Prieto me envía esta terrible fotografía y me pide que la difunda. Es el testimonio gráfico del exterminio de cristianos que está teniendo lugar ahora mismo en Nigeria.
Como sabéis, he comenzado a predicar un curso de retiro en Riaza y me he propuesto dedicar pocos minutos al blog.
Comentar esta foto y el silencio clamoroso de los grandes medios de comunicación me llevaría la mañana entera. En este caso sí que es cierto que una imagen vale más que mil palabras.
Al parecer facebook ha rechazado esta fotografía por inadecuada y pornográfica. Recemos por los asesinos y a sus encubridores, encomendémonos a los mártires y luchemos por dar a conocer este escalofriante genocidio.



viernes, abril 27, 2012

CASI MENTIRAS


A mi me cuesta MUCHO NO DECIR CASIMENTIRAS.
Así es como una simpática persona me explicaba que mentía con frecuencia, pero de una forma muy natural -decía- y hasta lo hago muy bien. Tampoco son cosas de gran importancia: son casimentiras: agrando algunas cosas, otras no dejo claro si lo he hecho o no, otra vez digo que he visto una película o he leído un libro, porque si no quedo mal .
No ha sido fácil el poder explicar que eso eran mentiras absolutas, que no existen las casimentiras, que o es verdad o no lo es.
Más difícil todavía ha sido explicarle que cualquier mentira es mala para el que la dice y para el orden social y que es una manera de no respetar a la gente

PARECIA IMPOSIBLE


Beethoven, Bruckner, Dvorak, Schubert y otros grandes compositores murieron después de concluir su 9ª sinfonía. Nunca lograron escribir la décima. 
Mahler intento burlar esta maldición y a su 9ª sinfonía la llamó "La canción de la tierra". A continuación se dispuso a componer otra 9ª. Al poco de terminarla, pensó que la superstición estaba vencida y se lanzó a por la décima. No pudo concluirla.
La orquesta sinfónica del real Madrid sigue buscando en vano su décima copa de Europa. 
Esto es lo que acabo de leer en el blog de un amigo y genio.
A mi se me ocurre apostillar que no es verdad, que no hay maldición, solo que hay que seguir peleando hasta conseguirlo. Y esto en el fútbol y en todo