
Me hace pensar en tantos cerebros dormidos, en tantos que no leen, en tantos que prefieren estar pasivamente delante de un televisor aceptando los que les echen, en tantos que se paran a dialogar y a aprender de esos amigos pacientes y variados, tan distintos.
Y no hace falta tener mucho tiempo, basta con que deseemos encontrarlo porque en ese mismo momento aparecerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario