MALOTE
Entre
los jóvenes hay un término que es malote/a. Se refiere a aquellos que sin ser
malos quieren serlo y se empeñan en decirlo y en hacer gestos que corroboren
sus deseos. A la hora de la verdad son buenos. Ahora me he encontrado con gente
mayor a los que se les podría también aplicar el mismo adjetivo. ¿A qué se debe
esta actitud? ¿Por qué esa falta de verdad en la propia vida? Seguro que hay
muchas razones, pero yo me he encontrado con una, la de aquellos que habiéndolo
pasado mal en un momento de su vida, se empeñan en no digerirlo, en mantener artificialmente
ese mal sabor de boca, en adoptar una pose que el paso de los años ha
demostrado que es falsa. En el fondo adoptar una máscara.
6 comentarios:
¿No estarás pensando en nadie en concreto?
Pues es imposible escribir en general: siempre se está pensando en alguien. Tu desde luego no eres este personaje, ni mucho menos, por lo que yo sé, ¿pero no crees qué hay gente así?
Pues ¡claro que hay personas así!. Por eso lo he comentado.
El Ramiro te está resultando fuente de inspiracion....
A mí me "acerca" a los buenos recuerdos olvidados. Y los malos ratos, más vale olvidarlos para siempre.....
La memoria siempre es selectiva y lo bueno lo recuerda con mucha fuerza y lo malo pone los medios para relegarlo al olvido. Lo único que ocurre es que los hechos malos de nuestra vida o los gestionamos bien y con eso se borran (es decir los tratamos de acuerdo con una conciencia recta y sin engaños) y si no pasan a un lugar profundo, pero no se borran, dejan una impronta maliga.
Creo que, efectivamente, Alberto ha encontrado un variopinto espectro de personajes y que como debe ser su obligación los está diseccionando, en el mejor de los sentidos de la palabra, como a las ranas de D.Tomas. Para el tiene que ser inevitable como buen cura, y lo digo con todo el cariño, seguro, sin maldad.
Entre tan variopinta gente, algún malote habrá, no lo discuto. Es sano que se muestren todas las variantes de los temas tratados, y estoy seguro que lo saben y lo tienen como forma de dar salida a sus verdaderos pensamientos, que siempre están ahi escritos.
Alberto, no me seas malote. Te aprecio y me gusta hablar con un cura así
Angel. Me has recordado lo de las ranas de don Tomás, ¡qué buenos momentos!
Pues puede que haya un malote entre nosotros, o varios, pero todavía tendríamos que vernos más y conocernos un poquito más a fondo para poder anirmarlos a que saquen lo que realmente son, lo mejor de lo que llevan dentro
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