lunes, octubre 23, 2006

VERDAD Y FANATISMO


Mi amigo Moncho Portela me ha estado hablando de verdad y fanatismo. Me ha parecido interesante lo que me contaba, así que he decidido poner sus ideas a continuación:
Con frecuencia se escucha la acusación de que los que dicen conocer la verdad son fanáticos. Esta acusación como tantos otros tópicos que la cultura contemporánea ha puesto en circulación no deja de ser una falsedad. Precisamente la verdad es por antonomasia el principio de comunión y la mentira el principio de toda violencia. La verdad cuando es conocida reclama una adhesión total pero el fanatismo no reside en esa adhesión total. El fanático es aquel que concede esa adhesión total a la verdad no en cuanto verdad sino en cuanto que es su verdad. Es decir, el fanatismo nace de no abrirse a toda la verdad. Fanático no es el que conoce la verdad sino el que no quiere conocer más verdad. El conocimiento de la verdad conlleva la apertura a toda verdad; si el propio interés cierra esa apertura surge el fanatismo.
En este sentido el fanático y el relativista coinciden. El relativista niega la verdad porque solo le interesa su verdad. Ambos utilizan su verdad como un instrumento de poder, de dominio. El fanático justifica su violencia física en nombre de su verdad, el relativista niega la verdad para imponer su interés por el uso sofístico, aparente de la palabra.

martes, octubre 17, 2006

DOMINAR


Lo sabemos todos: hay personas dominantes. Se apropian del ambiente. Todo a su alrededor lo convierten en propio. Se hacen notar; parlotean, preguntan con curiosidad desmesurada, opinan, humillan con sus respuestas, excluyen, a veces ridiculizan. Todo el oxígeno vital es consumido por ellos. El dominio de la persona va de la agresividad al paternalismo. Este último es engañoso porque ampulosamente se mete en la sensibilidad y obrar de la persona. El dominante que ha elgido el camino del afecto, te (se) quiere, te resuelve todos los problemas, siempre está a tu lado, te hace cómodo todo. Te achica porque te hace vivir de él, aunque sea en las pequeñas cosas de cada día. El paternalismo no solo se da entre los padres, también entre los hermanos y en las relaciones laborales.

sábado, octubre 14, 2006

Ser UTIL



Donald Kuspit ha escrito un libro que se llama “El fin del arte” y en el que intenta explicar el arte moderno y contemporáneo desde un visión psicológica. Me interesa solamente la anécdota ocurrida en Nueva York con la que arranca el libro y que es la siguiente: El artista británico Damien Hirst montó una “obra de arte” en la Gallería Mayfair. Se trataba de una colección de tazas de café medio llenas, ceniceros con colillas, botellas de cerveza vacías, papeles de periódico por el suelo, envoltorios de caramelos y otras guarrerías. La anécdota, lo divertido, vino cuando un encargado de la limpieza echó la “obra de arte” a la basura y “limpió” lo que creía ser una guarrería. La obra, cuyo precio se estimaba en cientos de miles de dólares, desapareció.

Me ha parecido que vendría bien traeros esto a colación porque va muy en la línea del título del blog. ¿no os parece que habría que poner en nuestra vida cosas, ocasiones, momentos, personas que objetivamente fueran valiosos y que se conservaran para siempre?

martes, octubre 10, 2006

Sabiduría, conocimiento, información


Rebuscando entre papeles me ha encontrado con unos fragmentos de T.S. Eliot muy conocidos, pero que los tenía olvidados.
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento?
¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información?
Dan para mucho, aunque aquí no es el sitio.
Sabiduría, mezcla de experiencia y conocimiento transmitido, elaborado con el pensamiento, con la interioridad, con la lógica del bien pensar.
Conocimiento, fruto del trabajo, del estudio, de la investigación, retenido por la memoria.
Información, simple procesamiento de datos sin comprobación.
Es esta una sociedad en la que se han alterado los valores en casi todo, en este campo también, pero buscando encontramos muchos sabios y nos llenamos de alegría porque es una luz, una esperanza para un hombre.

Por cierto, si alguien me puede dar la referencia completa de los versos de Eliot se lo agradecería.

lunes, octubre 02, 2006

LA LIBERTAD AGOBIANTE


Algunos defectos de los hombres de bien son terribles. Son debilidades de personas buenas que actúan siempre con inmejorables intenciones, pero que, amparados en su candorosa bondad, no son capaces de percibir las consecuencias de la nefasta onda expansiva de sus actuaciones, sobre todo en las personas más sensibles o más críticas.

Si el hombre de bien es una personalidad insegura tiende a buscar constantemente normas y reglas para su actuación y se aferra implacablemente a ellas para paliar su inseguridad. Son tremendamente cumplidores, sumisos. Sus jefes confían en ellos y con frecuencia, engañados en su fidelidad, pueden hacer que ocupen puestos de responsabilidad y de gobierno, en los su eficacia coexistirá con el desmayo de muchos.

Una y otra vez, a su alrededor imponen el cumplimiento estricto de esas normas y reglamentos a todos los que dependen de ellos y confusamente hablan de la maravillosa “libertad” que da el cumplir esas aprisionadas normas, no asimiladas, sino ciegamente aceptadas en su literalidad. Para ellos son “libertad”, para el hombre libre esa libertad es “libertad agobiante”, que mata el espíritu.

Constantemente velan por el cumplimiento de esas normas, convirtiendo con frecuencia lo pasajero en absoluto. Difícilmente son capaces de ver más allá de ese bosque reglamentado y descubrir el hombre libre al que se califica de crítico, débil, pero que es el hombre que no quiere ceder ante esa libertad auténtica que le ha dado su creador.

Su libertad agobiante es una auténtica planta invasora que no deja crecer a su alrededor ninguna otra especie.