sábado, septiembre 23, 2006

LOBOS


“El lobo y el cordero” (Lupus et Agnus):

El lobo y el cordero, sedientos,

llegaron al mismo arroyo.

El lobo estaba aguas arriba

Más abajo el cordero

El lobo, movido por su voracidad irrefrenable,

buscó pretexto para discutir.

“¿ Por qué enturbias el agua que bebo?”

El cordero, atemorizado, dijo :

“perdona, lobo, pero ¿cómo puedo hacerte eso,

si el agua que yo bebo me llega desde tu sitio?”

Entonces, desmentido por la evidencia, atacó :

“hace seis meses hablaste mal de mí”

Y el cordero contestó: “pero si entonces aún no había nacido”

Además, “tu padre, por Hércules, habló mal de mí.”(dijo el lobo)

Y seguidamente lo agarró y, contra todo derecho, lo descuartizó.

Esta fábula fue escrita por Gayo Julio Fedro (15 a.C-¿? ) un liberto de Tracia, esclavo de Augusto puesto en libertad por su gran cultura, y condenado a muerte en época de Tiberio por el contenido satírico político-social de sus escritos.

La traigo a colación -y con ella vuelvo al blog- porque siendo escrita hace tantos siglos es una magnifica exposición de lo que son los prejuicios. Hablamos con mucha frecuencia de mundo global, o de aldea global, pero para llegar allí hay que borrar ese conjunto de ideas preconcencibidas, irracionales, que por desgracia guardamos celosamente en nuestro corazón. Se nos llena la boca hablando de tolerancia, pero solo sabemos ser tolerantes en una dirección. Ánimo, podemos superarlo, pero lo primero es admitir que somos así.