martes, enero 19, 2010

OFICIO


He coincidido estos días con un amigo. Es escritor, entre otras cosas, de vocación. Escribe como las rosas, con una frescura envidiable y con un estilo atractivo que empuja a no parar hasta el final.
Estábamos cenando juntos y la cena se iba prolongando en animada tertulia. Anunció que tenía que dejarnos porque debía escribir un trabajo que le habían encargado.
-Pero tú escribes muy bien, para ti eso no es problema.
-Ya sé que escribo muy bien, pero me cuesta mucho hacerlo y me lleva mucho tiempo.
Fue toda una lección: las cosas cuesta hacerlas, no basta con tener oficio, saber salir adelante. Para que las cosas estén bien hechas hay que trabajar a fondo, emplear tiempo y cabeza.
Gracias por el recuerdo

4 comentarios:

josealberto dijo...

Saludos D. Alberto:
Presénteme a ese amigo suyo que escribe tan bien. Se necesita gente experta en la materia para mejorar y crecer.

Se le extraña.

Manuel de Santiago dijo...

Alberto, si se te extraña. Ymás después del Mensaje del papa para las Comunicaciones. No soy precisamente quien da ejemplo. Pero en ello estoy. ¿Nos animamos?
Un fuerte abrazo.

Alberto Portoles dijo...

Alberto: Te lo voy a presentar, mira en pensarporlibre.blogspot.com y te lo encontrarás.
Un abrazo. Ahora voy a tu publicación

Alberto Portoles dijo...

Manolo: Nos animamos. Gran Mensaje. Cada uno poniendo su granito de arena e intentando volver a tener un huequecito en el ciberespacio.