sábado, julio 28, 2007

NO AL PESIMISMO


Hoy he escucuchado a uno de mis fabricantes de ideas y recopiladores del sentido común. Ha estado brillante como casi siempre. Ha derivado al pesimismo y de sus comentarios resalto algunas cosas para alertar a los pesimistas y animarles a salir cuanto antes de esa actitud que es claramente mortal y además difunde sus gases mortiferos alrededor enfermando el ambiente. Decía "el mentor de pelo blanco" llamémosle así: Hay gente que vive inmersa en un pesimismo real que se manifiesta en una queja continua. La queja sólo genera desanimo y contribuye muy negativamente al ambiente de trabajo, de manera que lo mejor es suprimir de nuestro entorno a los que se quejan si queremos avanzar y que las cosas progresen. El que se queja no aporta soluciones al problema, tampoco piensa que él puede ser parte del problema, no se implica generosamente en la resolución del posible o real problema.
Por supuesto, aunque él no lo ha dicho, es totalmente falsa la defensa inutil y cobarde del pesimista: "Yo no soy pesimista, soy realista". Otros dicen que son objetivos. Tengo que añadir que le he oído a una persona que está en los altares: "no quiero gente que se dice objetiva a mi lado"

9 comentarios:

haciendo camino dijo...

Me parece un artículo brillante, estoy totalmente de acuerdo. No debemos ser pesimistas si no que debemos siempre buscar la salida y tirar para delante. Además aunque las cosas nos cuesten todo sacrificio tiene su valor.
Animo y sigue deleitándonos con tus artículos.

Alberto Portoles dijo...

Haciendo camino: gracias por el comentario. Con optimismo es como somos capeces de seguir el camino que tenemos trazado aunque sea dificil o lo veamos complicado. Solo los optimistas son audaces y viven de la esperanza auténtica.

Unknown dijo...

No soy pesimista, pero hay momentos en que las actitudes de las personas me duelen, mas si son familia. No estoy pasando un buen momento, pero no pienso aflojar, sé que es mi cruz, y la debo llevar con la frente en alto, con la dignidad de los nadies.
Un abrazo!

Alberto Portoles dijo...

Sole: salgo de viaje para todo el mes no se si podré atender el blog. Espero que superes el mal momento y que tengas esa dignidad de los "nadies" de la que claramente haces gala

Anónimo dijo...

Caramba, pero a veces sucede que a los optimistas se les llama insensatos, ¿ y no tendrán razón a veces? No se si le ha pasado, pero no le ha ocurrido saltar del optimismo a sentirse chafado cuando aquello que se nos presentaba tan asequible resultó no serlo?
Descanse en las vacaciones. Un saludo

Anónimo dijo...

Cada oveja busca a su pareja. Lo mismo podemos decir del individuo pesimista. Que genera a su alrededor una espiral de pesimismo, que es altamente contagiosa. Por eso, pienso que el pesimismo, es una palabra que no debe existir en nuestro particular diccionario particular. Hay dificultades en la vida, es verdad, pero ante la adversidad no recurramos a la preocupación, sino a la ocupación. Poner todos los medios a nuestro alcance es una buena medicina, para vencer esta enfermedad.
Que requiere voluntad y confianza. Poner de nuestra parte y dejarnos ayudar.

Alberto Portoles dijo...

Belén, no seas así mujer, tu eres optimista, no te dejes llevar, venga ánimo y además el optimismo no dpende del momento, no depende de que consigamos las cosas o no, no depende de éxistos o fracasos, el optimismo está dentro de nosotros

Alberto Portoles dijo...

Trapero, estoy somo siempre de acerdo contigo, suprimamos esa palabra de nuestro diccionario y luchemos para ayudar a que todos lo destierren del suyo, ¿qué te parece?

Anónimo dijo...
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