viernes, febrero 02, 2007

SOSPECHA Y DIFAMACIÓN


Siempre se ha dicho que derruir, destruir, es mucho más facil que construir. Lo he comprobado en muchas ocasiones. A veces es necesario destruir para poder construir algo mejor.
Con las personas es muy distinto, es facil destruir, sembrar la desconfianza, rozar la difamación. No se hace para construir algo mejor, se hace por otra cosa. A veces sencillamente porque uno tiene vocación de ser "sal de todos los platos" o "libertador".
A las personas que difaman, que levantan la sospecha, habría que exponerlas al público con un cartelito que dijeran: he destruído a una persona, o he intentado destruirla.
Otro caso todavía peor es cuando el difamador, el susurrador, el aprendiz de verdugo, se siente feliz porque cree que está haciendo el bien, una cosa excelente, en este caso el cartel podría decir decir: perdonenme porque no es que sea malo, es que soy tonto.
Pero lo peor es que se ha sembrado la sospecha, no importa que sea falsa, no importa que sea infundada: ahí está, y arraigará posiblemente en alguien confiado y en el que ha sido objeto de la difamación -calumnia- dejará una sangrante y dolorosa herida.
Posiblemente no se entienda bien está entrada: no es facil expresar algunas cosas que ocurren cerca de nosotros y que nos cuesta interpretar.

10 comentarios:

caminante dijo...

Hoy, caro Alberto, sólo voy a decirte GRACIAS.
Destruir la confianza de una persona es peor que matarla.
Un fortísimo abrazo.

Alberto Portoles dijo...

Caminante, gracias a ti, porque sabes de lo que hablas

caminante dijo...

Intelligentibus, pauca. Vale. Ego valeo.
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Yo tengo miedo a los difamadores y sobretodo a las consecuencias, ya sabes lo que dice el refrán "calumnia que algo queda". Creo que hay que tener mucho cuidado, incluso para hablar de alguien aún cuando no sea con la intención de difamar, porque puedes conseguirlo aún sin proponértelo. Piluca

Anónimo dijo...

Que ciertas palabras las tuyas, que llevadas al terreno de juego, comprueban la maxima del futbol, que dice que es mas fácil destruir que construir. Y donde reina la sospecha, impera el desorden, la confusión y la mentira. Y si al principio pudiera parecer que es posible vivir de la mentira, al final esta trampa, la de la mentira, destruye nuestra verdad particular. Que no es sino, más que una burda falacia.

Alberto Portoles dijo...

Por eso creo que bueno recordar una máxima que seguro que te sonará José Alberto: "no tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarre la muerte", y esto sirve para todo tipo de verdades también las más domésticas.

Anónimo dijo...

Sucedió cuando estaba en la facultad...quedé como otras veces, con gente de clase, al llegar al punto de encuentro, algunos comenzaron a hablar, a cotillear más bien de no recuerdo quien, les dije; oye no os paseis que no está delante, que no sabéis si es verdad, que no se puede hablar a la ligera, ..., me quedé perpleja ante el argumento que me dieron: Es igual, que más da,.. lo cierto es que es divertido. Me fui. Belén

Alberto Portoles dijo...

Belén, ¡patético!, pero esa es la triste realidad. Se puede difamar y hasta calumniar porque es divertido. Es una perversión tremenda

Homero dijo...

Estimado Alberto, no sabes que sabias han sonado tus palabras en mí, y es que ahora recién estoy viviendo una difamación, y no sabes, te destroza, te hiere, te acaba. Creo que la gente que lo hace sabe perfectamente lo que menciona caminante, y a mi me estan matando en vida. Lo que me reconforta es que dicen que lo que no te mata te fortalece, solo espero seguir vivo para captar dicha fortaleza.

Alberto Portoles dijo...

Tienes razón al decir que fortalece y además toco se acaba sabiendo, toso se acaba aclarando y el difamador acaba por darse cuenta de stu tremenda injusticia. Ten paciencia, aguanta, acabarás por ver la luz. A tu lado