Hay unas verdades muy pequeñas, casi imperceptibles, y paralelamente unas mentiras también muy pequeñas, son de la vida ordinaria, casi no tienen trascendencia, pero no dejan de ser verdades y mentiras. Puede ocurrir, y ocurre, que en ocasiones y con toda la buena voluntad del mundo se recurra a esa mentira pequeña -doméstica- para obtener un bien mayor. En esta tentación pueden caer los padres, los jefes... Y aquí también habría que recordar que el fin no justifica los medios, que no es justificable una mentira, aunque sea "doméstica" para conseguir algo valioso. Que bonita es la verdad pequeña, sin relumbrón, ¡cuánto la quiero!
4 comentarios:
La mentira, aunque pequeña, doméstica, corroe la confianza.
La verdad, siempre, nace de un alma grande, magnánima. Que sabe amar.
El peligro,para la roca, no es el torrente. Es la gota menuda que destroza,por dentro, su estructura.
Gracias, Alberto, por recordar esto.
Un fortísimo abrazo.
Caminante: verdad, belleza, unidad, bien; van tan unidos que se pueden convertir; van tan unidos que pervertir uno es pervertir todo. Y qué dificil es volver el vinagre a vino
Hace un tiempo decidí no "fiarme" demasiado de los medios de comunicación, y es que no hay peor mentira que una verdad a medias, (ay!! que lo diga yo que por razón de profesión me toca la línea) fue a raiz de leer una noticia en la prensa en la que una señora supuestamente la "víctima" arremetía contra su "desalmado" vecino, por un conflicto como no de fincas, quien no conciera el percal pensaría ¡pobre señora!, pero todos los que conocíamos el asunto ( no pocos la verdad) pensamos ¡pobre vecino!. Desde ese día cuando alguien sale en algún medio como la víctima de turno pienso, la razón casi seguro del otro.Belén
Belén anónima, ¡qué razón tienes! la palabra es efecto, es desalmado. Hay muchos desalmados, faltos de sinceridad, agresivos y destructores. Voy a poner un post sobre el Camino de Santiago y allí salen.
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