miércoles, diciembre 20, 2006

CORDIALIDAD


Acabo de venir desde lejos, andando y por medio de todo el tráfico de la ciudad. He pasado por unos cuantos pasos de peatones, todo ellos de la categoría de "pasos cebra" y me ha reconfortado ver como los conductores se paran, te deja pasar sin agobios y en el caso de que alguien no se haya apercibido de tu presencia o lo haya hecho tarde, te pide disculpas.
Es una muestra de como poco a poco todos podemos ir aprendiendo esas virtudes cívicas que no se rigen por la ley del más fuerte sino por la de la comprensión y la consideración a los demás. Es también muy gratificante ver a padres que enseñan a sus hijos pequeños cómo deben ir por la calle, donde deben tirar los papeles y otras tantas minucias que son el germen de un espíritu ciudadano.

2 comentarios:

caminante dijo...

Caro Alberto, cordialidad, como bien sabes, dice referencioa al corazón. Si hacemos de nuestro corazón alfombra donde los demás pisen blando...
Un fortísimo abrazo.

Alberto Portoles dijo...

Caminante, siempre tan preciso. ¡Qué bonito eso de hacerse alfombra, pero qué dificil es en ocasiones! Parece como si la alfombrea siempre tuviera excusas para no ser alfombra, para no ser cordail, para no ser acogedora. Gracias por seguirme, la pena es que no sea yo tan fiel a tu blog como tú al mío