Salí el otro día con mi hermana de compras. Buscábamos una bufanda y al final encontramos la que ella buscaba; al encontrarla dijo: toca, mira que cariñosa es . A los pocos días ante una mantita de las de echarse por las piernas para una siestecita, también comentó que era una manta muy cariñosa y en este caso apoyada por mi inefable cuñado.
Era la primera vez que oía ese adjetivo aplicado a una cosa, pero me ha parecido muy adecuado, ya que la bufanda era suave, daba un calor agradable, te rodeaba casi sin moverse y aunque la llevaras mucho tiempo no se te hacía molesta, pesada, se adaptaba a ti. Al quitártela notabas un frío desagradable.
Eso es ser cariñoso, eso es querer.
Estaba muy bien aplicado el adjetivo.
6 comentarios:
D. Alberto, siempre, como el fresco manantial, entregas agua pura y cristalina. No renuncias a pensar, sino que haces del pensamiento vida enriquecida.
Gracias.
Un abrazo.
D. Alberto, siempre, como el fresco manantial, entregas agua pura y cristalina. No renuncias a pensar, sino que haces del pensamiento vida enriquecida.
Gracias.
Un abrazo.
Manolo, hasta por duplicado. Muchas gracias por tanta comprensión. Seguimos trabajando
Jo, qué nivel incluso en English... perfect, jejeje.
Bueno, Vd. sí que es cariñoso, no como otros que parecemos más bien el cardo borriquero de Platero...
En fin, siempre hay tiempo para cambiar... que Nuestra Madre nos quite las espinas y las durezas que nos ha dado la vida... un corazón de carne: uy cómo duele!
Lobo, no te fíes del ingles. Y no olvides que Platero es suave, ademas de peludo. Animo
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