He coincidido estos días con un amigo. Es escritor, entre otras cosas, de vocación. Escribe como las rosas, con una frescura envidiable y con un estilo atractivo que empuja a no parar hasta el final.
Estábamos cenando juntos y la cena se iba prolongando en animada tertulia. Anunció que tenía que dejarnos porque debía escribir un trabajo que le habían encargado.
-Pero tú escribes muy bien, para ti eso no es problema.
-Ya sé que escribo muy bien, pero me cuesta mucho hacerlo y me lleva mucho tiempo.
Fue toda una lección: las cosas cuesta hacerlas, no basta con tener oficio, saber salir adelante. Para que las cosas estén bien hechas hay que trabajar a fondo, emplear tiempo y cabeza.
Gracias por el recuerdo
4 comentarios:
Saludos D. Alberto:
Presénteme a ese amigo suyo que escribe tan bien. Se necesita gente experta en la materia para mejorar y crecer.
Se le extraña.
Alberto, si se te extraña. Ymás después del Mensaje del papa para las Comunicaciones. No soy precisamente quien da ejemplo. Pero en ello estoy. ¿Nos animamos?
Un fuerte abrazo.
Alberto: Te lo voy a presentar, mira en pensarporlibre.blogspot.com y te lo encontrarás.
Un abrazo. Ahora voy a tu publicación
Manolo: Nos animamos. Gran Mensaje. Cada uno poniendo su granito de arena e intentando volver a tener un huequecito en el ciberespacio.
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