Intimidad es siempre lo que sólo conoce uno mismo, lo propio, lo personal. Es mundo interior, lugar donde solo entra su dueño, espacio vital del que uno es dueño y solo él puede darse cuentas a sí mismo. Como creyente sé que a esa intimidad solo podemos entrar mi creador y yo. Es ámbito profundo de libertad.
Como la intimidad se despliega hacia fuera y tiene contacto con los otros, corre el riesgo de que los desaprensivos la invadan, que no respeten el derecho que tengo a lo más íntimamente mío.
El respeto a la intimidad de los demás se vulnera por la vigilancia, el introducirse en ese ámbito sin permiso o con engaño. Grave lesión del derecho a la intimidad es divulgar lo que conozco en confidencia y que ha sido confiado sólo a mi, es la confidencia profesional en todos los sentidos.
¿Vivimos en época de lesión e invasión de la intimidad? Personalmente creo que si
4 comentarios:
Hace un tiempo leí una noticia en El Pais de Vicente Verdú, a propósito de :
"Ahora, sin embargo, ha reaparecido un movimiento que promueve el pudor. De la misma manera que nacieron los ecologistas cuando la naturaleza estaba perdiéndose o cundieron los amantes de la comida orgánica cuando la química infectó los pollos, los defensores del pudor aparecen como soldados de lo más verdadero. O, más exactamente, como paladines de la pureza. El agua pura, el aire puro, los materiales naturales forman parte de un mismo sistema que evoca unos orígenes supuestamente excelsos insuperables que ha ido denigrando el progreso. Rescatar el pudor, no obstante, lleva a una posición que comprende, más allá de su tono retro, un racimo de ideas. Una sociedad pacata es insufrible, ¿pero una sociedad desprejuiciada no será zafia? En medio de la liberación sexual, el pudor es un estorbo, pero después de la liberación la vida sin vergüenza es desesperadamente aburrida. Con el pudor sucede como con los tipos de interés en la política monetaria. No es bueno que estén muy altos, porque de ese modo asfixian la actividad, pero, cuando están demasiado bajos, como actualmente, apenas dejan margen de maniobra. Sin pudor, como con tasas de interés igual a cero, no hay posibilidad de estimulación. La economía toma una deriva obstinadamente plana sin que se disponga de medidas que puedan espolearla. El interés igual a cero es tanto como el desinterés. El reclamo del pudor que hace la joven norteamericana Wendy Shalit en “A return to modesty” (The Free Press. Nueva York, 1999) pudo estar influido, aunque anticipadamente, por el callejón sin salida que refleja la actual coyuntura."
un saludo
Belén: muy interesante y estimulante. El pudor es una de los aspectos más interesantes de la intimidad, hay otros que en estos momentos se vulneran y que no somos capaces de levantar la voz y decir: oiga que eso es una lesión a mis derechos, a uno de mis derechos más profundos como persona.
Creo que vivimos en una época de inmoralidad. Ya no pasa por violación a la intimidad, sino por vender la imagen más inmoral.
Se ha perdido la pureza del ser humano; la puerza de la amistad.
Perdón amigo. Un abrazo
Sole, ¡eres valiente! Esa afirmación tuya es genial y estoy de acuerdo totalmente. Es una pena esa ionmoralidad que vivimos que nos aleja de la belleza del cuerpo, de la persona, de las relaciones, de la amistad. Habrá que revelarse contra ello, por lo menos personalmente y en nuestro ambiente
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