
He pasado varios días delante de una casa medio en ruinas y con las ventanas casi tapiadas que está adornada con un graffiti en negro: “VIVE LIBRE”. Hombre, ¡qué alegría! Para esto hemos sido creados y eso es el hombre, un ser libre.
Ayer vi al ocupante de la tal vivienda runosa y autor de la pintada. Quizá no compense mucho pararse a describirlo, pero algunas pinceladas se pueden dar: pelo largo, con algunas crenchas, varios collares, una camiseta negra con unas palabras en blanco, que ocultaba la clara suciedad, unos pantalones azules en las últimas y unas sandalias que dejaban ver unos dudosos dedos. Pero tenía una pintilla simpática
¡Hay que ver que visión tan distinta de la libertad tenemos éste y yo!, pensé.
Hay conceptos de libertad que se pueden resumir en: vivir sin ningún tipo de compromiso, vivir sin preocuparse de nadie, vivir sin preocuparse de producir nada, vivir solo buscando el agrado propio y como dicen en italiano “così via”. Yo a ese concepto de libertad no me apunto porque es una esclavitud clara, me hago esclavo de mi mismo, de mi cuerpo, de mi indolencia, de mi vida infructuosa. Yo quiero otra libertad y no la de estos paladines del mal gusto que han cerrado su mente y su corazón a todos menos a sí mismos
Ayer vi al ocupante de la tal vivienda runosa y autor de la pintada. Quizá no compense mucho pararse a describirlo, pero algunas pinceladas se pueden dar: pelo largo, con algunas crenchas, varios collares, una camiseta negra con unas palabras en blanco, que ocultaba la clara suciedad, unos pantalones azules en las últimas y unas sandalias que dejaban ver unos dudosos dedos. Pero tenía una pintilla simpática
¡Hay que ver que visión tan distinta de la libertad tenemos éste y yo!, pensé.
Hay conceptos de libertad que se pueden resumir en: vivir sin ningún tipo de compromiso, vivir sin preocuparse de nadie, vivir sin preocuparse de producir nada, vivir solo buscando el agrado propio y como dicen en italiano “così via”. Yo a ese concepto de libertad no me apunto porque es una esclavitud clara, me hago esclavo de mi mismo, de mi cuerpo, de mi indolencia, de mi vida infructuosa. Yo quiero otra libertad y no la de estos paladines del mal gusto que han cerrado su mente y su corazón a todos menos a sí mismos