sábado, julio 28, 2007

NO AL PESIMISMO


Hoy he escucuchado a uno de mis fabricantes de ideas y recopiladores del sentido común. Ha estado brillante como casi siempre. Ha derivado al pesimismo y de sus comentarios resalto algunas cosas para alertar a los pesimistas y animarles a salir cuanto antes de esa actitud que es claramente mortal y además difunde sus gases mortiferos alrededor enfermando el ambiente. Decía "el mentor de pelo blanco" llamémosle así: Hay gente que vive inmersa en un pesimismo real que se manifiesta en una queja continua. La queja sólo genera desanimo y contribuye muy negativamente al ambiente de trabajo, de manera que lo mejor es suprimir de nuestro entorno a los que se quejan si queremos avanzar y que las cosas progresen. El que se queja no aporta soluciones al problema, tampoco piensa que él puede ser parte del problema, no se implica generosamente en la resolución del posible o real problema.
Por supuesto, aunque él no lo ha dicho, es totalmente falsa la defensa inutil y cobarde del pesimista: "Yo no soy pesimista, soy realista". Otros dicen que son objetivos. Tengo que añadir que le he oído a una persona que está en los altares: "no quiero gente que se dice objetiva a mi lado"

martes, julio 24, 2007

LA CICATRIZ


En estos días veraniegos junto a las playas o en las piscinas nos encontramos casi todos. En una de esas ocasiones apareció un amigo con una fea cicatriz. Aunque las miradas eran discretas, fue el mismo interesado el que abordó el tema hablando de cómo una operación a tiempo le había salvado la vida y el recuerdo era la poco atractiva cicatriz. Comentaba que era una pena que el médico no se hubiera esmerado más en ese detalle. Debe ser para que nunca le olvide, decía con sorna.

También aprovechando el verano se pueden atacar lecturas de clásicos juveniles que en otro momento habrían sido casi una pérdida de tiempo y allí leyendo a Roberto L. Stevenson, cuenta como una persona que ha cometido un delito “se siente conmovido hasta el alma por la mezcla de severidad y ternura de los reproches de quien le está ayudando”

Hay que estar atentos para corregir, curar, operar, pero procurando que las cicatrices sean vistosas, casi invisibles, y que la severidad esté acompañada de ternura, de esa ternura que impulsa y no humilla y macera el alma.

viernes, julio 06, 2007

TATUAJES


Siempre me han admirado los tatuajes como algo exótico y primitivo. Nunca me haría uno, mi piel se merece algo más. Ahora leo la realidad de los "tatuados" en USA: unos 45 millones de estadounidenses llevan tatuajes. Más de siete millones lo lamentan. La moda de los tatuajes, que culminó en 2003 en aquel país parece que llega a su fin y lo que está de moda es lucir pieles limpias sin barroquismos de ningún tipo.

¿A qué se debe este cambio? Alegan que es una carga demasiado pesada llevar de por vida el nombre del novio o la novia, del equipo de preferido, del cantante con el que se soñaba; el dibujito que nos gustó y que ahora se nos hace insoportable y no nos trae buenos recuerdos.

Ya sólo les queda la lamentación o el ocultamiento de la miseria momentánea, o bien ponerse en manos de una costosa operación, ya que parece ser que cuesta 39 dólares por pulgada cuadrada la limpieza del tatuaje.

Pero aquí no acaba todo, ahora se trata de acudir a tatuajes temporales que con el paso del tiempo se podrán desintegrar con rayos laser de un tipo especial. No han dicho lo que cuesta pero se abre un nuevo negocio: tatuar, limpiar, tatuar, limpiar,.... No está mal.

Pero el problema es mucho más amplio y profundo ya que es la cuestión de la moda. Sacrificarse por la moda, dejar de ser nosotros para hacernos moda. Aquí si que hay un buen tema educativo: ayudar a cada uno a ser lo que es y no lo que otros quieren que sea.
La moda es algo externo, si es verdad, pero denota algo más. No somos cuerpo, pero la corporalidad en todas sus expresiones es manifestación de lo que somos.