domingo, abril 29, 2007

BIEN Y MAL-VERDAD Y MENTIRA


No acabo de acostumbrarme a que la gente joven -un sector amplio, muy amplio- no distinga entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira. El único criterio para calificar las acciones en esos dos niveles tan básicos es el sentimiento: me gusta o no, me apetece o no, lo quiero o no. Tampoco puedes apretar, porque entonces surge el consabido: ¡No me agobies!. Estamos ante una generación de padres inmorales, es decir padres que no han transmitido a sus hijos ni una moralidad ni un criterio de verdad.
Es posible que sea matizable lo que digo, pero no borro ni una letra. Cuando hablamos de relativismo estamos hablando de algo muy serio: estamos hablando de desorientación, de naufragio, de ir a la deriva. Estamos hablando también, aunque no sea aparente, de dudas, de sufrimiento, de vacío, de cansancio, de aburrimiento.
Estoy todo el día rodeado de adolescentes, no son un grupo escogido son la media, la generalidad y lo que digo está sacado de ahí, de su vida, de sus vivencias, de lo que malamente cuentan porque no saben expresarse y por eso recurren al "tu ya me entiendes".
Es una terrible situación de tormenta, de huracán, ¿dónde agarrarse? ¿dónde buscar un apoyo? Aunque la respuesta para muchos sea fácil -para mi lo es- no es sencillo transmitirla, aunque haya mucho teórico que no sale de su teoría, de su mundo cerrado, que sea capaz de dar todo tipo de orientaciones a la infantería.
¿Qué te parece? ¿Dónde está el puerto para abrigarse en la tormenta y no naufragar?

domingo, abril 15, 2007

EN DEFENSA DE LA VIDA - II


Ahora lo que leo es una noticia triste, muy triste. La pongo aquí para que os doláis conmigo y hagáis lo que cada uno crea mejor en su conciencia:

Médicos belgas practican la eutanasia clandestina a bebés con minusvalías

15/04/2007

¿Eutanasia para recién nacidos? En Bélgica la práctica de la eutanasia para bebés con “anomalías” puede dejar de llamarse asesinato. Un estudio revela que ya se está aplicando de manera clandestina a la mitad de los bebés que nacen en este país con enfermedades incurables

La vida deja de importar cuando los intereses económicos priman sobre los humanos. Un estudio realizado por Veerle Provoost vinculado a la Universidad belga de Gante, revela que a la mitad de los niños nacidos con enfermedades en Bélgica se les niega el derecho a vivir.

Después de haber investigado a 298 clínicas y de interrogar a numerosos médicos sobre las causas de las muertes de los bebés, se ha podido saber que más de 150 niños han fallecido tras suspenderles el tratamiento inicialmente prescrito, o lo que es lo mismo, mediante la práctica de una eutanasia clandestina que implica el suministro de ciertas sustancias letales.

En el informe se afirma que, en muchos casos, se ha aplicado la eutanasia con el consentimiento de los padres. La ley belga que se aprobó en el año 2002 prevé que la eutanasia puede ser aplicada a personas mayores cuando lo solicitien de una manera “voluntaria, ponderada y reiterada”. Sin embargo, en ningún caso la legislación vigente contempla la posibilidad de que se le aplique a recién nacidos ni a niños.

jueves, abril 05, 2007

EN DEFENSA DE LA VIDA


Copio algo que acabo de leer Y QUE ME HA LLENADO DE GOZO:

El arzobispado de París lo ha confirmado. Jérôme Lejeune, descubridor del síndrome de Down y ardiente defensor del derecho a la vida frente al aborto, inicia su camino a los altares. Profesor de genética en la Facultad de Medicina en París y en el Hospital Necker para niños enfermos, falleció en 1994 a los 67 años.

En 1959, descubrió que el origen del mongolismo era la presencia de un cromosoma suplementario. Desde ese momento se dedicó a estudiar la enfermedad, acoger a los niños que sufren este síndrome y ayudar a las mujeres que atraviesan dificultades en su embarazo.

Ferviente católico y padre de cinco hijos, ha sido la figura emblemática de la lucha por la defensa de la vida. Su canto a la vida le convirtió en la víctima de los partidarios del aborto. Su hija Clara cuenta las dificultades que atravesaron cuando su padre pasó de ser un científico reconocido y prestigioso a ser un genetista al que había que hundir, sepultar en vida, por su oposición al aborto.

Por sugerencia de Lejeune, Juan Pablo II crea en 1994 la Academia Pontificia para la Vida y le nombra su primer presidente, en un gesto de afecto aunque sabía que tenía los días contados. Durante su viaje a Francia (1998), el Papa rezó ante tumba de Lejeune, lo que irritó a los abortistas que querían suprimir su figura.

Clemente Ferrer Roselló

clementeferrer@yahoo.es

martes, abril 03, 2007

SEMBRADORES DE PAZ


Hacía tiempo que no escribía nada: las últimas semanas han sido especialmente trabajosas. Hoy tampoco tenía previsto escribir nada, pero me he encontrado con una de esas candorosas y profundas oraciones que nos vienen del Oriente y me ha sido imposible no ponerla aquí. Su autor es San Silvano del Monte Athos, seguramente desconocido para muchos, y dice así:
"Señor, concédeme hoy tu misericordia para que no hiera a nadie con mís hechos, con mis palabras o con la expresión de mi rostro"
No solo es un pensamiento, un deseo, estupendo, maravilloso; pero la oración reconoce que aunque nos lo propongamos, los hombres somos poca cosa y no pasará de deseo. Hay que recurrir a la misericordia divina para que haga que lo imposible, lo veleidoso, se convierta en realidad. Además si se convierte en realidad no nos lo apropiaremos, porque seremos conscientes de que nosotros solos no somos capaces de ser sembradores de paz y de alegría.
¿No animamos a hacerla nuestra?

Añado para quien no sepa quién es San Silvano del Monte Athos:
«Santo sin fronteras», «místico de la Iglesia universal», «hombre espiritual de una modernidad conmovedora», «santo ecológico» son algunas de las expresiones utilizadas para describir al starets Silvano, el monje ruso del Monte Athos (1866-1938) canonizado en 1987 por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla. La vida y los escritos de Silvano han tocado el corazón y han cambiado la existencia de innumerables personas, más allá de las fronteras de la Iglesia ortodoxa y del mismo cristianismo.